sábado, 31 de diciembre de 2011

El futuro de Asturias: El Centro Niemeyer de Avilés

De nuevo un potente "antes y después"

ANTES


La ría de Avilés, cargada de industrias y chimeneas, testigos de otra época y de otro sistema productivo y económico que convirtió a muchos enclaves norteños en estandarte del sector industrial español, pero que tras el avance y el desarrollo hacia el reajuste: la dolorosa reconversión, que anunciaba el fin de una época y un modelo para ciudades como Avilés. Todas las empresas relacionadas con la minería y la siderurgía vivieron una drástica reducción de plantilla, que en muchas ocasiones llego a su misma desaparición. Hacia los años 80, Avilés era una de la ciudad más contaminada de España y una de las más contaminadas de Europa... Un horizonte nada esperanzador que a lo largo de la década encontro soluciones, esperanzas y modelos a los que aferrarse.

DESPUÉS


El protagonismo lo han adquirido hoy otros elementos, al margen de las industrias carboníferas o del metal, se ha exiliado la vagoneta, el pico y la cadena de montaje, optando por un nuevo modelo. Un modelo de desarrollo relacionado con la cultura, con el arte, con el intercambio y la interdisciplinariedad. Terciarización económica de una zona deprimida y exprimida ayudándose de sectores como el turístico o el cultural, aunque también se ha intentando volver a los origenes del Avilés preindustrial. La estrella guía de este cambio en la ciudad es el Centro Niemeyer, un gran útero artístico que se diseño como motor del desarrollo de la ciudad. Una transformación paulatina de Avilés que se ha visto afectada por la llegada de la crisis económica y que en estos días esta de plena actualidad. Una serie de problemáticas puede poner en peliggro la viabilidad y el futuro del Niemeyer... ¿Peligra con esto el futuro de Avilés, y por ende, de parte de la Asturias volcada hacia la contemporaneidad y el siglo XXI?

Empecemos por el principio... ¿Cuál es el origen de un Centro Niemeyer en la ría de Avilés? a veces el destino es caprichoso... pero no, tiene una explicación muy lógica. El mítico arquitecto brasileiro, Oscar Niemeyer, fue galardonado en 1989 con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. Pero fue en 2006 cuando surge el proyecto. La Fundación de los premios invitó a todos los galardonados a participar del aniversario, y fue cuando Niemeyer decidió regalar a Asturias lo que mejor sabía hacer: ARQUITECTURA. La primera piedra del proyecto se coloca en 2008 y hasta este año no se ha finalizado en su totalidad, el 26 de marzo de 2011.

En 2006, al inicio de este proyecto se tenía la mente puesta en otra ciudad española, el modelo o ideal en el que el Complejo Niemeyer de Avilés ha intentado mirarse y justificarse: Museo Guggenheim Bilbao, que desde el año 1997 ha revolucionado totalmente la vida de la antigua, industrial y oscura Bilbao. Ese centro ha modoficado totalmente la economía, la sociedad y la cultura de la ciudad y de Euskadi, influyendo incluso en su imagen y concepto de sí misma y hacia el exterior. Avilés quería eso para ella... renacer de entre las cenizas de las chimeneas, las instalaciones portuarias abandonadas, la contaminación y la precariedad laboral.

BILBAO: Antes y Después del Guggenheim



A priori el proyecto o tenía todo para triunfar, un ambicioso proyecto, el inicial apoyo de las distintas instituciones y de los ciudadanos de Avilés, que ponían cara de esta manera a el inicio de otra época para su ciudad. El centro esta concebido como una isla de la cultura en general, un centro polivalente y multidisciplinar que establece lazos y conversaciones entre disciplinas y manifestaciones distintas. Cuenta con varios espacios y funciones por los que haremos un breve recorrido:


La PLAZA, imaginada como un espacio abierto a todo el mundo... Ha acogido actividades de caracter cultural y lúdico. Simboliza a un mundo sin cadenas, un ágora internacional



El AUDITORIO, con un aforo para 1000 personas y con posibilidad de abrir sus puertas hacia la plaza, convirtiéndose en un amplísimo escenario. Tiene también el Club para actuaciones más íntimas. Por el Niemeyer han pasado Aute, Gilberto Gil, Víctor Manuel, Luz Casal, Vetusta Morla, Willie Nile... entre otros.


La CÚPULA, tan vanguardista y de aspecto casi alienígena, alberga un centro de exposiciones de arte contemporáneo, donde hasta el momento se han podido ver muestras de fotografía de personalidades como Carlos Saura o de arte africano de manos del Premio Nobel Soyinka.


La TORRE, El faro de esta isla cultural, sobre la ría y la ciudad a unos 14 metros de altura. Alberga el restaurante y la coctelería, además de la nueva imagen del Avilés del futuro. Se han celebrado varias actividades sobre gastronomía y fiestas.


El EDIFICIO POLIVALENTE, Alberga el Fim Centre, donde se han proyectado infinidad de películas y proyectos audiovisuales apadrinado por Woody Allen, una ludoteca, salas de reuniones y conferencias, el gastrobar y la tienda.

¿Qué ha salido mal?, ¿Qué ha podido fallar?

La llegada al gobierno del Foro Asturias de Álvarez Cascos es para muchos el inicio del fin de lo que pudo haber sido Avilés. El nuevo presidente nunca mostró interés por el proyecto, por el concepto mismo del espacio. Escudándose en la crisis, en la política del recorte cultural y de la austeridad presupuestaria desde lo público ha dinamitado uno de los trenes que podía llevar a Avilés hacia el éxito. Los continuos enfrentamientos entre gobierno autonómico y la Fundación Niemeyer ha provocado la ruptura y el cierre del centro tal y como lo conocemos. La Fundación ha obligado a retirar el nombre del genio brasileiro. A partir del 20 de diciembre el centro reabrió sus puertas al público... pero vacio, no hay colecciones, no hay música, no hay innovación, no hay colas... de aquí a unos meses las instituciones culturales públicas del Principado se comprometen a presentar la programación cultural del nuevo "Centro Cultural Internacional Avilés", pero las incógnitas son demasiadas. Para resumir perfectamente la problemática, podemos leer un artículo de opinión firmado por más de 100 educadores relacionados con el Niemeyer, publicado en el País el día 20 de diciembre de 2011:

"Una plaza abierta a todos los hombres y mujeres del mundo, un lugar para la educación, la cultura y la paz". Así definió Óscar Niemeyer, el genial arquitecto de 104 años, su regalo para Asturias. En estos meses, el Centro Niemeyer ha hecho realidad esos propósitos con actividades en las que la cultura ha estado siempre vinculada a la educación en esas aulas abiertas que son la cúpula, el auditorio, el cine... Lugares en los que muchos de nuestros alumnos han aprendido mientras disfrutaban de las artes plásticas, la danza, el teatro, la música, el cine y la palabra.
Lo que hemos vivido en estos meses se lo debemos a Óscar Niemeyer y a las personas que han trabajado duro por construir ámbitos abiertos a la participación ciudadana, la cultura y la educación.
Más de un millón de personas han visitado el Centro Niemeyer durante este tiempo. Pero no el presidente de nuestro Gobierno regional ni el consejero de Cultura.
Que este proyecto se trunque es responsabilidad de quienes no se dan cuenta de que gobernar no es seguir los dictados del rencor desde la ignorancia, sino tomar decisiones prudentes y sabias.
Ahora nos toca a los ciudadanos conseguir que esa plaza vuelva a ser lo que había sido. Con el apoyo a la iniciativa ciudadana para la regulación legislativa del Centro Niemeyer se conseguirá que nadie desbarate el sueño de que la educación, la cultura y la paz tengan de nuevo un lugar de encuentro para todos en la bella plaza de las curvas blancas.


Esperemos que esta mudanza sea transitoria, que en poco tiempo Avilés recupere su nueva identidad... esa que tanto dinero costó, que tanta ilusión creó y que tanto merece la Asturias de hoy en día. Todos los amantes de la cultura y el arte estaremos pendientes de los avances o retrocesos de esta isla de la cultura, la educación y la modernidad en un espacio que empieza su metamorfosis hacia la modernidad.

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