sábado, 10 de marzo de 2012

La peregrinación Char Dham (INDIA)

Escribir sobre la India siempre es difícil. Quizás el término correcto no sea difícil, debiendo utilizar el término complejo. Infinidad de veces nos ha llegado esa realidad, vivida por otros, los que han experimentado la visión frontal del segundo gigante asiático. Libros, crónicas, documentales, noticias, tradiciones... nos llegan desde ese momento especial, dramático y mágico en el que un viajero ajeno descubre de frente y sin intermediarios la complejidad india. Cada uno opinará una cosa, es imposible guardar la misma imagen o impresión de la India. Hay por tanto a la vez una Macro/India multiplural y millones de Micro/Indias en el imaginario personal de cada viajero.

..."Muchas y diversas son las naciones de los indios, y no hablan una misma lengua; unas son de nómadas o pastores, otras no; algunas de ellas, viviendo en los pantanos que forman allí los ríos, se alimentan de peces crudos que van pescando con barcos de caña... Estos indios de las lagunas llevan una ropa hecha de cierta clase de junco que, después de segado en los ríos y machacado, van tejiendo a manera de estera, haciendo de él una especie de petos con que se visten"...
Herodoto de Halicarnaso, Historia, s.V a.C

..."Estos cantos filosóficos (Los Upanishads), aunque creados hae tres mil años, mantienen toda su vigencia, siguen presentes en la vida espiritual de la India. Cuando me dí cuenta de ello y pensé en aquel niño que saludaba la aurora con estrofas de los Upanishads, me embargaron serias dudas de que algún día fuera capaz de comprender un país en el cual los niños empezaban el día cantando versos filosóficos"...
Ryszard Kapuscinski, Viajes con Herodoto, 2004

Los viajes... ese hilo conductor que nos guía hacia un recorrido plural, ha tenido una fuerte evolución que varía de región a región, de cultura a cultura y de país en país, tamizado siempre por el paso del tiempo. Los viajes una vez fueron muy distintos a los que realizamos hoy en día. Hace no tantos años, iniciar un viaje era toda una aventura, todo un reto. El viaje no se anhelaba, no se vivía para viajar, no existía el ocio turístico a gran escala. Los viajes surgían a través de las necesidades humanas. Un largo desplazamiento provocaba el abandono del microcosmos personal, la pequeña parcelita de mundo conocido donde los hombres estaban seguros. Viajar era aventurarse en el caos, la negrura... y para arriesgar de esa manera, un fuerte motivo debía encontrarse.

Trataremos aquí un motivo religioso o moral, sin duda de suma importancia para la mentalidad humana desde los origenes: La peregrinación. Conocemos muchos conceptos o imágenes relacionadas con ella: La Meca y su impresionante ritual deambulatorio alrededor de la Kaaba, la alegre visión desde el Monte do Gozo hacia la anhelada Santiago de Compostela, los oráculos de Delfos, la peregrinación/combate de las Cruzadas cristianas hacia los Santos Lugares de Oriente Próximo...

Viajes que nacen de la espiritualidad, del sentir humano más profundo hacia sus creencias en entelequias superiores. Viajes que pretenden conocer lugares sagrados e importantes para la cultura y las tradiciones de un determinado pueblo, o que buscan la obtención de una promesa, deseo, anhelo o milagro. Puede tratarse de un viaje más místico, más profundo, por e cual e mismo hecho de emprender el camino fuera un acto religioso... o por el contrario puede estar relacionado con un aspecto mucho más mundano, como puede ser la existencia de caravanas "religiosas" basadas en el florecimiento económico que fermenta un recorrido sacro. Un deambular íntimo, meditabundo y contemplativo o una fiesta alegre y jubilosa en movimiento... quizás, todas estas características puedan encontrarse facilmente en la religiosidad hindú, por esa multiplicidad congénita a la naturaleza de la India.

Hemos escogido la Peregrinación Char Dham, pues tiene una serie de características muy representativas, y es muy atractiva para ajenos a lo hindú, pudiéndose así formar una imagen inicial (teórica, eso sí) de este minimundo en el mundo.


Mapa esquemático del Char Dham, donde se entiende perfectamente su sentido y naturaleza

Char Dham es un acercamiento espacio/temporal perfecto a la realidad india. Empezando por su naturaleza misma, por su ser físico, la tierra, ajena a interpretaciones. Esta peregrinación propone un recorrido globalizante y globalizador, busca aprehender la totalidad hindú (conceptualmente ;)... De norte a sur  y de este a oeste, los cuatro puntos cardinales puestos al servicio del hinduismo. Se recorren cientos de kilometros, se atraviesan populosas ciudades y miserables aldeas, variedad de paisajes se intercalan en el deambular a pie por modernas carreteras o polvorientos o enfangados caminos, según la estación...

Este recorrido puede ser uno, pero se puede hacer una peregrinación "a la carta". India es la de los miles de templos, dioses, santeros, rituales y tradiciones... hay donde elegir! Pero en este caso seguiremos la opción más arquetípica, un recorrido trazado ya desde el siglo VIII-IX d.C por el escritor y teórico del hinduismo Adi Shankara. Podemos construir un sencillo esquema sobre la peregrinación, para así centrar el objetivo y entrar en contacto de un vistazo con nombres tan poco conocidos para la mayoría.

NORTE de India, como destino la ciudad de BADRINATH, morada de VISNÚ   
ESTE de India, como destino la ciudad de PURI, morada de KRISNÁ     
SUR de India, como destino la ciudad de RAMESHWARAM, morada de SHIVÁ
OESTE de India, como destino la ciudad de DWARKA, morada de KRISNÁ

BADRINATH - La capital espiritual del Norte

Es quizás el punto más importante de la peregrinación, por una posición geoestratégica muy especial, que influyó en la religiosidad hindú y que muestra un atractivo envidiable para los viajes actuales. Badrinath la norteña, se encuentra en el "Condado del Norte" (Uttarakhand), una tierra mágica y fruto de una historia milenaria, mística y arraigada. Vecinos al nordeste de los tibetanos y al sureste de los nepalíes, en el corazón del Himalaya, la cima del mundo. Un reino de las alturas, nevadas e inaccesibles, la inmensidad helada que contrasta con los ríos Ganges y Yamuna, padres de la civilización hindú, nacidos del deshielo de los glaciares.

Empezaremos... por el principio. La puerta del Himalaya, el comienzo de la peregrinación hacia Badrinath, capital espiritual de este reino de las cumbres pasa por una digna antesala, Rishikesh (Hṛṣīkeśa en sánscrito). Otra centenaria ciudad/santuario, encargada de filtrar y dirigir los designios de los miles de peregrinos que desde hace siglos recorren los caminos. Rishikesh esta conformada por templos, santones y plegarias ante la estatua de Shivá en el tumultuoso y caótico Ganges... pero también es considerada la capital mundial del Yoga, ejercicio físico de moda en los macrogimnasios occidentales, y que ha perdido en gran parte su origen y necesidad espiritual y ritual, como herramienta o vía para llegar a la relajación total y de ahí atravesar las puertas del misticismo. Rishikesh sirvió como morada para los Beatles, cuando sintieron la llamada hindú, del movimiento hippy y de la "meditación"... como resultado: The happy Rishikesh song de John Lennon


Oraciones ante Shivá, el Ganges y parte de la ciudad de Rishikesh


The happy Rishikesh song de John Lennon

Desde Rishikesh podemos llegar a múltiples e interesantes lugares. Utilizándola como escala para entrar en contacto con las tierras del norte, a partir de ahora podemos recorrer los quince kilometros hasta alcanzar el mítico templo de Kedarnath, no accesible por carretera e impregnado de ese misticismo ermitaño a las colinas de un coloso del tamaño del Pico Kedarnath, uno de los muchos 6000 que jalonan estas latitudes.


Kedarnath, sobrecoge ya solo por su increible situación

Dos de los grandes ríos han sido citados, y obviamente su nacimiento debería ser una visita obligada dentro de esta mística y reconfortante visita a las fuentes mismas de la naturaleza hindú. En Yamunotri, nace el río en honor de la Diosa Madre Yamuna y donde podemos encontrar los vestigios de las peregrinaciones, pues rodeando al templo, encontramos casas de huéspedes, albergues y ashrams (Lugares de descanso y meditación), aprovechándose también de las ricas aguas termales de la zona. Gangotri es el nacimiento del gran Ganges, uno de los impulsores y motor del desarrollo de la civilización hindú, nace en un impactante Parque Natural, muestrario de la variedad florística y faunística del subcontinente indio y de esta región en particular... matizado todo por el Templo de Gangotri, que se apodera del encanto natural para influir en la debilidad y enanez humana.







Yamunotri


Gangotri

Y llegamos a Badrinath, el punto álgido de nuestro viaje... a orillas del río Alaknanda y a los pies del colosal Pico Nilkantha (6560 m), escenario idílico para ser la morada de Visnú en una de sus muchas formas, la dual Nara Narayana. El colorido del templo, la impregnación de olores de miles de ofrendas, las susurrantes súplicas y rezos... cientos de imágenes y de visiones, y solo hemos completado uno de los puntos cardinales.



Badrinath, Primera meta en nuestro Char Dham

PURI - Macrotemplos, monzones y regionalismo

La siguiente meta esta ya volcada más al exterior, de cara al mar, a inmenso y visitado Golfo de Bengala en el actual estado de Odisha. Tierra milenaria, de variedad y a la vez raigambre propia. El antiguo Pradesh Orissa es la herencia de la antigua nación Kalinga, una de esas muchas antiguas realidades conformadoras del universo indio, una gota en el océano, una más entre las cientos de lenguas, familias, tradiciones e historias. Es uno de los estados más poblados, concretamente el noveno, con algo más de 37 millones de almas

Podemos empezar este recorrido por el oriente hindú a través de su capital la religiosa Bhuvaneswar, conocida ya desde antiguo como la "Ciudad de los Templos" donde destaca una de sus joyas, un histórico templo, fundamental muestra del arte hindú medieval y símbolo de la ciudad. El Templo de Liṅgarāja, es una realidad dual, sirve como reclamo pero es inaccesible (teóricamente) a los no hindúes... guarda bajo sus ornamentados muros misteriosos rituales y tradiciones antiquísimas cultos prehinduistas, relacionados con la fertilidad y la sexualidad masculina, en los confines de la historia. Se adora un gran símbolo fálico en el interior, un gran símbolo masculino sustentado sobre un disco receptor, símbolo femenino.


Lingaraja y la masculinidad ritual hindú

Saliendo de la ciudad capital del estado podemos alcanzar otro templo mítico de la zona, patrimonio de la humanidad y representante de una tipologia propia: Hablamos del Templo del Dios Suria en Konarak...



A priori, nada extraño: Un magnífico templo hindú, medieval (s XII), de colorida piedra arenisca rojiza, cerca del mar y rodeado de exótica vegetación...










Llamémosle puritanismo, o achaquémoslo a nuestra cultura cristiana... pero una escultura erótica tan explícita, no la esperamos en un recinto sagrado, y nucho menos en un sitio como la India, que imaginamos retrasado, al que superamos en todo, y por supuesto en libertad sexual... como muestra un botón, de la necedad y la superioridad ridícula, que puede sonrojarnos en cualquier lugar del mundo.

El templo es una grandiosa obra de arte, impregnada de misterio... pues los europeos, los navegantes de época moderna, ingleses en mayor término, encontraron este templo abandonado, en ruinas, cubierto de suciedad. Era conocido como la Pagoda Negra y servía como referente a los marineros y comerciantes occidentales en su navegación de cabotaje... ¿Cómo debió ser el descubrimiento de estas esculturas por la mentalidad europea del siglo XVI o XVII?, ya sea la anglicana y puritana Inglaterra o la católica y timorata Portugal, la visión de prácticas zoofílicas, felaciones, relaciones homosexuales, trios y orgías debió hacer desmayar a más de uno. Con seguridad podemos afirmar que interés y curiosidad suscitó, no equiparable al actual, que llevó a una minuciosa restauración para preservar este sexual tesoro en el que recomendamos incidir tras la lectura de la Leyenda de Samba, para así dotar de sentido a la naturaleza de las figuras.





Nuestra meta oriental no presenta esta decoración tan atrayente, pero merece la pena de igual modo. Estaremos ante el ecuador de nuestra peregrinación, y de esa manera, podemos dar gracias en otro templo, el más importante de esta parte de la ruta. Hemos atravesado la ciudad de Puri, su caos asiático, sus contrastes, sus visiones mágicas y horribles a la vez... ahora son recuerdos desde la religiosidad emanada desde el interior de estos muros, construídos hace novecientos años, bajo otras necesidades, contexto y razones... pero se hace imposible no maravillarse y entrar en una contemplación, por un motivo u otro, pero al unísono, junto al resto de participantes anónimos de nuestra ruta... Hemos llegado a Jagannath Puri!


Inmenso, inabarcable, inasumible! Hemos hecho la mitad de lo previsto y bailan en la mente nombres, imágenes, sensaciones y opiniones... Pararemos en Puri, rellenaremos las cantimploras, escribiremos y debatiremos sobre lo visto, para los místicos es el momento de meditar y para los más mundanos, la hora de descansar!  


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